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Uno de mis deportes favoritos es viajar en transporte
público sumergida en mi mundo mientras observo el universo a través de la
ventanilla, conectada a los auriculares que me unen a mi móvil y que me erigen
como protagonista única de mi propio videoclip.
Un videoclip que a veces es triste y melancólico, y otras
divertido, alegre y explosivo.
Eso depende de varios factores: Mi estado de ánimo, las
circunstancias, el tema que suene en ese momento, el entorno inmediato, la
meteorología, los sueños nocturnos que soy capaz de recordar, de dónde vengo,
hacia dónde voy, hacia dónde iré luego e incluso hacia dónde iré después de
luego...
Hoy el transporte ha funcionado con increíble puntualidad
suiza, y el cielo del amanecer, aunque no era espectacular, me decía que hoy
sería un gran día (quizá porque yo deseaba que así lo fuese).
En la oficina me han dado una buena noticia y, además, he
recibido una llamada telefónica inesperada que ha terminado por desbocar mis
niveles de adrenalina, oxitocina, vasopresina y tropocientas “-inas” más.
Normalmente programo la música que deseo como banda sonora
para cada momento. Mis momentos.
Esos momentos sólo míos, únicos e irrepetibles... Pero con
tantas “-inas” alocadas cabalgando como posesas por mi riego sanguíneo, he
dejado que el azar eligiera la banda sonora de mi resto de mañana, y no porque hiciera
la concesión de dejar a la casualidad la labor de poner banda sonora a mi defunción
en el supuesto día del fin del mundo.
No. Simplemente me daba igual. Ni siquiera he puesto el
aleatorio...
Y ha sido asombroso!!!
Todo encajaba con cada tema que sonaba... O cada tema que
sonaba encajaba con todo.
Salir de Sants Estació radiante, con las “-inas” en plena
efervescencia, que empiece a sonar “Fly on the wings of love” por los
auriculares, que cruces la marea de taxis en espera casi saltando al compás de
la música y que de repente te encuentres delante de las narices lo que muestran
las imágenes del encabezamiento como si te hubiesen conectado a un escáner fMRI, no tiene precio.
Y es que... Ser feliz es gratis!
Para el resto de cosas materiales, deberé seguir trabajando
por un sueldo (porque ya son las 00:01 del día después y el mundo sigue en pie)
;)
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