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Hola mi querido Gripau... Cuánto tiempo... Lo sé... Pero verás... Hoy vuelvo a ti
porque te necesito.
Sí, soy egoísta. También lo sé. Te pido perdón por ello, pero también sabes que lo he intentado en varias ocasiones y todo ha quedado en poco más que un simple borrador... No tenía mucho que decirte, aunque eso no signifique que no piense en ti y no te haya echado de menos. Mucho, y sé que lo sabes.
Pero hoy es diferente y esto no será un simple borrador porque quiero compartir contigo algo importante que he aprendido: Cómo somos de complejos y sorprendentes los humanos, algo que tú nunca podrás saber salvo que algún día te dejes encontrar por una princesa que te bese y sea capaz de romper el hechizo que te mantiene convertido en un gracioso sapo de color azul...
Sí, soy egoísta. También lo sé. Te pido perdón por ello, pero también sabes que lo he intentado en varias ocasiones y todo ha quedado en poco más que un simple borrador... No tenía mucho que decirte, aunque eso no signifique que no piense en ti y no te haya echado de menos. Mucho, y sé que lo sabes.
Pero hoy es diferente y esto no será un simple borrador porque quiero compartir contigo algo importante que he aprendido: Cómo somos de complejos y sorprendentes los humanos, algo que tú nunca podrás saber salvo que algún día te dejes encontrar por una princesa que te bese y sea capaz de romper el hechizo que te mantiene convertido en un gracioso sapo de color azul...
Te cuento:
Los humanos, de repente, un día sentimos la necesidad de salir de esa "vía muerta" en la que sin darnos cuenta, cierto día de vete a saber cuando, nos estacionamos y en la cual la maleza ha crecido tan desmesuradamente que nos mantiene atrapados hasta el punto de asfixiarnos.
Los humanos, de repente, un día sentimos la necesidad de salir de esa "vía muerta" en la que sin darnos cuenta, cierto día de vete a saber cuando, nos estacionamos y en la cual la maleza ha crecido tan desmesuradamente que nos mantiene atrapados hasta el punto de asfixiarnos.
Sentimos y sabemos que debemos arrancar, salir de ahí. Cerrar etapas para
poder empezar otras nuevas. Y es curioso como, llegados a ese punto, algo que
siempre da extremada pereza y acostumbramos a dejar “para mañana”, se pone en
funcionamiento automáticamente. Nosotros mismos y nuestras manos nos ponemos a
la obra sin rechistar, obedeciendo una orden interior presuntamente dictada por
la razón y, a bien seguro, secundada por su adjunto: el co-razón. Y además todo
ello con la bendición del Universo que también parece ponerse de nuestra parte.
¿Vas entendiendo Gripau?
Es como si de repente todo fluyera, como un tetris en el que las piezas van encajando lentas pero seguras. Como la fruta que, una vez alcanzado el punto de madurez, se prepara para desprenderse del árbol... Puede que alguien la recoja a tiempo para su disfrute o que sobre el suelo acabe pudriéndose, pero, para bien o para mal, ella habrá llegado al final de su ciclo.
¿Vas entendiendo Gripau?
Es como si de repente todo fluyera, como un tetris en el que las piezas van encajando lentas pero seguras. Como la fruta que, una vez alcanzado el punto de madurez, se prepara para desprenderse del árbol... Puede que alguien la recoja a tiempo para su disfrute o que sobre el suelo acabe pudriéndose, pero, para bien o para mal, ella habrá llegado al final de su ciclo.
Y así empieza un viaje, un “sin vivir” más, por supuesto lleno de dudas y
miedos, para terminar con nuestros "sin vivir" del momento...
Lo primero que debemos hacer es no olvidar que "vida" sólo hay una
y no es un experimento que permita ensayos previos, por lo que debemos
ser coherentes y por supuesto consecuentes.
Lo segundo, prepararnos para la batalla que necesitamos librar, tanto
interna como externamente, y para ello debemos darle cuerda a la vida para
hacer acopio de fuerzas y valor.
Lo tercero, debemos deshacernos de todo lastre y obstáculo inútil e
innecesario que no nos permita viajar ligeros de equipaje, aunque en determinados
casos sea duro y doloroso.
Y por último, lucha y tenacidad sin tregua.
Y así, sólo así, sea cual sea el resultado, jamás podremos reprocharnos el no haberlo intentado.
Y así, sólo así, sea cual sea el resultado, jamás podremos reprocharnos el no haberlo intentado.
Y en ello estoy Gripau... No se si has podido entender algo... Ya te he avisado: Los humanos somos complicados.
Acepta un consejo: Huye de las princesas... Con el tiempo te darás cuenta de que ser un sapo azul es genial y de que en ningún lugar estarás mejor que en tu charca, aunque a menudo te parezca fría y solitaria... Aunque claro, los consejos son como las reglas... ;)
Hasta pronto y gracias por seguir aquí ❤