En los brazos de la fiebre...

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48h en los brazos de la fiebre… un mundo de pesadillas surrealistas en el real país de lo absurdo.

Como al de cualquier otro mortal en época climatológicamente indecisa e imprecisa, los virus acabaron por tomar mi cuerpo serrano en la antesala del fin de semana (como debe ser).

Éste, mi cuerpo, para defenderse del ataque alienígena, puso (como cada vez que sufre el más mínimo asalto enemigo), sus calderas a toda máquina, sin escatimar recursos, que para ello ya hace acopio de reservas en épocas de bonanza.

Y cuanto más ardían las calderas, más frío tenía yo.

Ataviada con pijama de felpa y cubierta por 1 nórdico de plumas, 1 manta y 1 colcha, (todo ello con una profunda fragancia de suavizante Mimosín, que me ha llevado a soñar hasta con el osito de marras), mi cuerpo a 39,5ºC, seguía tiritando como una pendiente gota de agua.

Y las horas, al contrario que de costumbre, parecían no pasar.

Me despertaban mis propios estertores. Era como la niña de El Exorcista pero sin que mi cama se levantara del suelo, ni mi cabeza girara como una peonza.
Miraba el reloj. Pensaba que habían transcurrido 2 horas, y para mi desesperación sólo habían pasado 20 minutos.

En esos 20 minutos había tenido tiempo de sufrir suficientes pesadillas como para enguionar 10 thrillers de Serie Z… Dios!

Y así es como estoy pasando este espléndido y soleado finde: entre mantitas, zumitos, frenadoles e ibuprofenos.

Ahora, domingo por la tarde, parece que las calderas ya han bajado su rendimiento al mínimo, pero…

Si me levanto, mis piernas no me sostienen y me mareo.

Si me siento, también.

Si me tumbo, mis riñones me hacen la ola en señal de protesta por las horas de opresión que llevan resistiendo…

¿Alguien conoce algún curso rápido de levitación?

¿Y mañana?...

Pues mañana a trabajar... como está mandao, no?

:DDD

Feliz semana!