Hace ya unos años leí, por recomendación de mi querida hermanita Mariona, un libro titulado “Dies blaus, dies grisos” (Días azules, días grises), de Monika Feth.
El libro narra la historia de un matrimonio con dos hijas que decide acoger en su hogar a su anciana madre, a pesar de las incomodidades que ello pueda conllevar.
Dado que ellos trabajan y pasan gran parte del día fuera de la casa, la abuela se hace cargo de las tareas propias del hogar, y entre ella y una de las niñas se establece una tierna, estrecha y bonita relación.
De repente un día la anciana desaparece y no es hasta al cabo de muchas horas que la encuentran (si no recuerdo mal) en una estación de autobuses, asustada y desorientada.
La abuelita en cuestión llevaba ya un tiempo haciendo cosas extrañas pero la familia no desea darle demasiada importancia, achacándolo a su edad cuando, en realidad, lo que le sucede es que está enferma de Alzheimer.
La niña no entiende qué le ocurre a su abuelita, ni puede comprender que su heroína se haya vuelto “tonta” de repente.
La abuela intenta explicarle lo que le pasa de manera sencilla y comprensible y, de forma metafórica, le dice que a partir de aquel momento habrá días azules y buenos, y días grises y malos.
Para controlar un poco la situación, juntas deciden pintar con estos dos colores los días en un calendario, según vayan sucediéndose, para cada cierto tiempo hacer balance.
Un libro entrañable que merece la pena ser leído y que puede ayudarnos a comprender un poco más la realidad de muchos de los que nos rodean y que, tal vez algún día, pueda ser la nuestra.
El libro narra la historia de un matrimonio con dos hijas que decide acoger en su hogar a su anciana madre, a pesar de las incomodidades que ello pueda conllevar.
Dado que ellos trabajan y pasan gran parte del día fuera de la casa, la abuela se hace cargo de las tareas propias del hogar, y entre ella y una de las niñas se establece una tierna, estrecha y bonita relación.
De repente un día la anciana desaparece y no es hasta al cabo de muchas horas que la encuentran (si no recuerdo mal) en una estación de autobuses, asustada y desorientada.
La abuelita en cuestión llevaba ya un tiempo haciendo cosas extrañas pero la familia no desea darle demasiada importancia, achacándolo a su edad cuando, en realidad, lo que le sucede es que está enferma de Alzheimer.
La niña no entiende qué le ocurre a su abuelita, ni puede comprender que su heroína se haya vuelto “tonta” de repente.
La abuela intenta explicarle lo que le pasa de manera sencilla y comprensible y, de forma metafórica, le dice que a partir de aquel momento habrá días azules y buenos, y días grises y malos.
Para controlar un poco la situación, juntas deciden pintar con estos dos colores los días en un calendario, según vayan sucediéndose, para cada cierto tiempo hacer balance.
Un libro entrañable que merece la pena ser leído y que puede ayudarnos a comprender un poco más la realidad de muchos de los que nos rodean y que, tal vez algún día, pueda ser la nuestra.
Aunque nunca he llegado a hacerlo, recuerdo que cuando terminé el libro pensé en que era una buena idea eso de pintar de colores los días de un calendario en función de cómo los hayas vivido.
Si tuviese que pintar de un color mi día de hoy, éste no sería ni azul ni gris, sino más bien marengo oscuro.
Pero eso sólo lo borraría de mi hipotético calendario, no de mi vida.
Una terrible pesadilla nocturna, de esas que te dejan el cuerpo y la mente mal para todo el día (y para cada vez que te acuerdes de ella, por más tiempo que pase), y un despertar con migraña de caballo (que no ha desaparecido ni con una sobredosis de ibuprofeno sino hasta que el cielo ha reventado), no son la mejor manera de recibir a un nuevo día… Y encima tener que levantarte e ir al trabajo, donde sabes que 3 asuntos ligeramente problemáticos te están esperando encima de la mesa…
Deberíamos poseer la facultad de poder programar nuestros sueños.
Para cosas feas ya están los telediarios y la oficina…
1 comentari:
Ahora es el momento.... Gracias por mencionar el pequeño y gran libro. Si te gustó este libro te recomiendo tambien " OLGA " de Josep Mª Espinás.Su contenido es muy interesante, habla del sindrome de Down. Es un libro personal, pues su hija Olga tiene el sindrome de Down, cuenta vivencias, sensaciones, el vivir con ella dia a dia. En su dia ( algo más de 30 años) cuando lei este libro me dejo una huella. Como sabras este ultimo mes i medio he estado en un centro de disminuidos psiquicos profundos haciendo practicas, ha sido lo que me faltaba para saber que la vida de estos seres es más valiosa que la nuestra. Porqué transmiten, VIDA....,ALEGRIA,COMPRENSIÓN, Y UN ETC.,BIEN LARGO. De verdad, estamos cargados de hipocresia, vanidad, envidias, ELLOS SON FELICES CON UNA SIMPLE FLOR.
Mucha salud para poder disfrutar de la vida que tenemos.
Petons
La teva germaneta Mari
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