Funambulistas caminando en solitario
por esa cuerda floja llamada “vida”.
Durante el trayecto,
volver la vista atrás es un suicidio,
mirar hacia arriba una insensatez,
hacia abajo un desafío,
a los lados una decepción
y hacerlo al frente,
en busca de un objetivo,
un reto.
Cerrar los ojos para vencer la tentación
de mirar otro punto que no esté al frente
es desorientador.
Cerrar los ojos para sentir donde poner
cada uno de los dos pies
es desequilibrante.
Y nadie… nadie más que uno mismo
puede impedir cerrarlos
para evitar así la propia caída.
No parece haber treguas
para los funambulistas románticos
en la cuerda floja de la existencia.
por esa cuerda floja llamada “vida”.
Durante el trayecto,
volver la vista atrás es un suicidio,
mirar hacia arriba una insensatez,
hacia abajo un desafío,
a los lados una decepción
y hacerlo al frente,
en busca de un objetivo,
un reto.
Cerrar los ojos para vencer la tentación
de mirar otro punto que no esté al frente
es desorientador.
Cerrar los ojos para sentir donde poner
cada uno de los dos pies
es desequilibrante.
Y nadie… nadie más que uno mismo
puede impedir cerrarlos
para evitar así la propia caída.
No parece haber treguas
para los funambulistas románticos
en la cuerda floja de la existencia.
1 comentari:
Xes, gracias por tu blog, es simplemente tu espejo.
Queriendo o sin querer me haces reflexionar, soñar, sonreir, me regalas minutos de paz, de sosiego y como no de felicidad.
Es cierto nuestra vida t transcurre en una cuerda floja, muchas veces olvidamos la fragilidad de la misma, nos creemos poderosos y casi nunca somos conscientes que el mas minimo soplo de aire nos puede desequilibrar y hacernos caer. Si fuesemos conscientes de nuestra fragilidad, de nuestra poquita cosa, invertiriamos mas tiempo en hacer feliz a las personas que nos rodean, seriamos más humildes, mas personas, simplemente mas felices
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